La importancia de la responsabilidad civil va mas allá de las exigencias legales necesarias para el buen funcionamiento de un negocio o el desarrollo de una actividad comercial. En este sentido, la responsabilidad civil confiere una importante protección al asegurado y un amplio respaldo en numerosas materias y casuísticas.
Esta característica hace que, independientemente de la exposición al riesgo, todas las empresas, negocios y profesiones necesiten de unas coberturas que se ajusten a su tipo de actividad y que cubran sus posibles riesgos asociados.
En el ejercicio de su actividad profesional, el empresario ó alguno de sus empleados, pueden causar un perjuicio a terceros ya sea de carácter material, físico ó económico, que puede tener consecuencias tal y como recoge el Código Civil en sus artículos 1902, 1903 y siguientes, en los que se establece:
Art. 1.902 “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia está obligado a reparar el daño causado”.
Art. 1.903 “La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u omisiones propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder”.
Por tanto, se exige a toda persona responder por sí misma o por aquellas de quiénes se deba responder, es decir, en el caso de personas jurídicas (empresas), se refiere a empleados o dependientes.
Esta exigencia al que ocasiona el daño es lo que se denomina responsabilidad civil y conlleva en primera instancia, el pago de indemnizaciones económicas a los terceros perjudicados que pueden suponer desembolsos de dinero importantes que pueden poner en peligro tanto el patrimonio, como la viabilidad de la empresa.
Existen múltiples tipos de Responsabilidad Civil
A continuación, os citamos algunas de las más importantes, sin que sean todas las existentes en el mercado asegurador:
- Responsabilidad Civil de Explotación ó Empresarial: Ampara los daños materiales y personales y las consecuencias económicas de los mismos, por el desarrollo de una actividad empresarial.
- Responsabilidad Civil Profesional: Ampara entre otras cosas los errores u omisiones y los perjuicios económicos directos sin necesidad de que existan previos daños materiales o personales.
- Responsabilidad Civil por accidentes de trabajo: ofreciendo una cobertura al empleador en caso de responsabilidades derivadas de accidentes de sus empleados y/o personal dependiente.
- Responsabilidad Civil de productos: Ampara la responsabilidad derivada de los daños que haya podido provocar un producto fabricado, distribuido o comercializado por el Asegurado.
- Responsabilidad Civil por trabajos o servicios prestados: Que ofrece cobertura ante posibles reclamaciones derivadas de daños materiales y/o personales que hayan podido causar un trabajo realizado.
- Responsabilidad Civil Locativa: Amparando lo posible daños que se ocasiones al inmueble arrendado por el desarrollo de nuestra actividad en el mismo.
Por tanto, si busca la tranquilidad necesaria para poder desarrollar su actividad o profesión manteniendo el control sobre los posibles riesgos derivados de la misma, debe contar con un seguro de Responsabilidad Civil, que protegerá tanto su patrimonio como la viabilidad de su empresa. Además, al contratar una póliza de Responsabilidad Civil se puede centrar en lo que realmente importa: su empresa ó negocio.